¿Sérum o crema? Desvelamos el secreto de una piel radiante ✨

¿Alguna vez te has preguntado cuál es la verdadera diferencia entre un sérum y una crema, y cuál es mejor para tu piel? ¡Hoy te lo explicamos!

Aunque ambos son esenciales en una rutina de cuidado facial, cumplen funciones distintas y complementarias. Las cremas son ideales para hidratar la superficie de la piel, formando una barrera protectora que retiene la humedad y la protege de agresiones externas. Son perfectas para el uso diario y para sellar los tratamientos.

Pero, ¿quieres llevar tu rutina al siguiente nivel? Aquí es donde entran los sérums, especialmente los de IPKY. Los sérums tienen una concentración mucho mayor de ingredientes activos y una textura más ligera que les permite penetrar en las capas más profundas de la piel. Esto significa que pueden actuar directamente sobre problemas específicos como líneas finas, manchas, falta de luminosidad o flacidez.

Beneficios clave de los sérums (¡y por qué amamos los de IPKY!):

 * Alta Concentración: Menos cantidad, más poder. Sus potentes fórmulas están repletas de activos.

 * Penetración Profunda: Llegan a donde las cremas no pueden, tratando problemas desde el origen.

 * Resultados Específicos: Dirigidos a necesidades concretas de tu piel.

 * Textura Ligera: Se absorben rápidamente sin dejar sensación grasa, preparando la piel para la crema hidratante.

Incorporar un sérum de IPKY en tu rutina es darle a tu piel un tratamiento intensivo y específico que potenciará los resultados de tu crema. ¡Es el complemento perfecto para una piel visiblemente más sana, luminosa y rejuvenecida!

¿Ya usas sérum o estás pensando en añadir uno a tu rutina? ¡Cuéntanos tu experiencia!